El cuerpo humano es una maravilla que opera en equilibrio constante, con millones de células que se dividen y mueren en un ciclo armónico. Sin embargo, esta maquinaria a veces falla, y una célula puede comenzar a dividirse sin control, dando lugar al cáncer. Esta enfermedad no es una sola, sino un conjunto de más de 100 tipos diferentes, cada uno con características y comportamientos propios. Las células cancerosas no solo se multiplican sin cesar, sino que también evitan la muerte y pueden propagarse a otras partes del cuerpo, un proceso conocido como metástasis. Esto las convierte en una amenaza significativa, subrayando la importancia de la detección temprana y el tratamiento adecuado.